jueves, 14 de abril de 2016


DOMINGO IV DE PASCUA (C)


EVANGELIO  (Jn 10,27-30.)

E
n aquel tiempo dijo Jesús: -Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano.

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno

REFLEXIÓN
Evangelio de este domingo esta situado en el CONTEXTO de la Fiesta de la Dedicación del Templo, Jesús está en Jerusalén, es invierno y se pasea por el pórtico de Salomón. Los judíos le rodean en un ambiente tenso y conflictivo y Él les dice abiertamente: “No sois ovejas mías”;  después continúa el texto del evangelio de hoy, en el que Jesús se presenta como Pastor y habla de sus ovejas.

Jesús utiliza la alegoría del PASTOR para explicar su relación con los que le siguen. No se presenta como la “barita mágica” que nos libra DE los problemas, sino como el pastor que nos acompaña EN los problemas. No elimina, sino que ilumina nuestras oscuridades. Y tenemos la seguridad de que no pereceremos para siempre y nadie nos arrebatará de su mano, aunque caminemos por cañadas oscuras.

Tener a Jesús como Buen Pastor no se reduce a aceptar intelectualmente unas creencias, es aceptar a Jesús, Hijo de Dios, como la verdad última de la vida, el criterio supremo de actuación y la única esperanza de salvación ,que nos conoce y nos da la vida eterna. Ese encuentro personal con Cristo es decisivo en la fe cristiana. Hoy se ve mucha gente en un “sin-vivir”, sin rumbo, desnortados; otros decepcionados del rumbo que llevan; mucha gente que anda “como ovejas sin pastor”. ¿A dónde voy? ¿A quien sigo? ¿Quién me pastorea?

Dice el Señor que sus ovejas ESCUCHAN SU VOZ. Hoy no es fácil escuchar. Estamos saturados de palabras, de mensajes, de voces, de anuncios… Y cuesta hacer silencio, estar atentos, permanecer abiertos, escuchar La Palabra. Necesitamos con urgencia recuperar el silencio y la capacidad de escucha, si no queremos caer en una vida sin sentido, ¡in-sensata! Lo primordial de la fe no es creer cosas sobre el Pastor, sino escuchar su  llamada y fiarnos de Él, creerle a Él.

Además de escuchar, dice Jesús que sus ovejas LE SIGUENSeguirlo no se reduce a aceptar unas creencias, a llevar a cabo unas prácticas y a obedecer unas normas. Seguir a Jesús es vivir como el vivía, creer lo que Él creía,  defender lo que defendía, juntarse con los que el se juntaba, vivir y morir con la esperanza que él lo hizo.

LA BUENA NOTICIA DE HOY:El Señor nos conoce, nos da la vida eterna, no pereceremos para siempre y nadie nos arrebatará de su mano.
Secundino Martínez Rubio

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