El viernes lo mataron, el jueves se entregó
JUEVES SANTO: VIDA ENTREGADA
Jueves Santo es el pórtico y sustrato del triduo Pascual. En la última Cena Jesús,
anticipa y perpetúa sacramen-talmente el sacrificio de su inmediata Pasión y
Muerte. El viernes lo mataron, el jueves se entregó. La Santa Cena, introducida
por el lavatorio de los pies y prolongada en Getsemaní, es la pasión
anticipada. La libertad de Jesús se anticipa a asumir la muerte impuesta el
viernes. Antes de que le sea arrebatada en la cruz, la vida del Señor es
libremente entregada por amor.
Es el día
del amor, el día en que Jesús nos amó
hasta extremo. Para salvar al mundo no escogió el camino del poder o la fuerza,
escogió el camino del amor entregado hasta el martirio. En el mandato nuevo: ¡que
os améis como yo os he amado! nace nuestra caridad y se fundamenta en esta
caridad suprema
La institución de la Eucaristía perpetúa el memorial de su sacrificio bajo los signos
de pan y vino, es decir, el sacramento de su Cuerpo entregado y su Sangre derramada por nosotros. “Haced esto en conmemoración mía” y, por
ello, nosotros anunciamos la muerte de Cristo y proclamamos su Resurrección
hasta que vuelva.
Institución
el Sacerdocio mediante el cual Jesús “eligió con amor de hermano, a
hombres del pueblo de Dios para que participen de su sagrada misión. Esos son los
sacerdotes: presencia sacramental de Cristo Cabeza y Pastor. Que nadie se
equivoque ¡despojados de ropajes, de rodillas, con toalla y palangana y … a
lavar los pies. ¡Como el Maestro!
En la Santa Cena Jesús
pregunta a los suyos ¿Comprendéis lo que he hecho
con vosotros? ¿Lo
comprendemos nosotros? Es luminoso el Jueves Santo.
S.M.R.
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