martes, 24 de febrero de 2015

RETIRO PARROQUIAL





DESDE EL DESIERTO DE MI CORAZÓN

Hoy que sé que mi vida es un desierto
en el que nunca nacerá una flor
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz,
pon, Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario