lunes, 11 de mayo de 2015

ASCENSIÓN

En la Iglesia no vivimos del recuerdo del fundador difunto, sino de Señor vivo y presente.
La Ascensión no es el inicio de la ausencia, sino la inauguración de un nuevo tipo de presencia del Señor

No; yo no dejo la tierra.
No; yo no olvido a los hombres.
Aquí, yo he dejado la guerra;
arriba, están vuestros nombres".

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones, sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que, al irme, se va conmigo
la cautividad cautiva.

El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha,
El padre ya os ha sentado
conmigo, a su derecha.

Partid frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea.
Vosotros marcáis mi hora.
Comienza vuestra tarea.



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