¿Cuándo
creemos
en el Espíritu Santo?
(K. Rahner)
- Cuando tenemos una esperanza total en la vida, a pesar de nuestras caídas y nuestra dudas.
- Cuando se siente la desesperación y, sin embargo, se experimenta un consuelo interior que nadie nos puede quitar.
- Cuando experimentamos el desgarrón de la muerte propia o ajena y la sabemos asumir con fe y esperanza.
- Cuando aceptamos libremente una responsabilidad, aunque no tengamos claras perspectivas de éxito y de utilidad.
- Cuando vivimos con serenidad y perseverancia la existencia de cada día, a veces amarga, decepcionante y aniquiladora, y la aceptamos por una fuerza, cuyo origen no podemos abarcar ni dominar.
- Cuando nos entregamos sin condiciones y cuando el caer se convierte en un verdadero estar de pie.
- Cuando en el fondo de nuestras interrogantes y nuestros conocimientos nos sentimos abrazados por un misterio que nos acoge y nos salva y que experimentamos como el fondo más profundo y auténtico de nuestro ser.
- Cuando vivimos las tinieblas del aparente sin-sentido en nuestra vida, porque esperamos una promesa que no podemos entender.
- Cuando vivimos las experiencias fragmentarias del amor, la belleza y la alegría, como promesa del amor, la belleza y la alegría plena que un día recibiremos junto a Dios.
- Cuando somos capaces de orar en medio de las tinieblas y el silencio, sabiendo que siempre somos escuchados, aunque no percibamos una respuesta que se pueda razonar.
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